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¿Cómo influye la orientación de la casa en tu consumo energético?

¿Sabías que la parte más importante de tus facturas de energía está relacionada con el consumo que genera calentar o enfriar tu casa?

Aunque no lo creas es muy útil hacer una buena elección de la orientación de la casa ya que esto permitirá que tengas un consumo más eficiente, ahorres en tus facturas y aproveches los recursos medioambientales del entorno

A continuación te dejamos nuestras recomendaciones tanto si vas a cambiar de vivienda próximamente o por el contrario, si simplemente quieres adaptarla para un mayor ahorro.

Orientación de la casa

*Cuando hablamos de orientación de la casa haremos referencia a la ubicación de la fachada respecto al sol. 

Para determinar cuál será la orientación ideal de tu casa tendrás que tener en cuenta varios factores como si vives en un clima cálido o frío, o si en vez de estar en una casa vives en un bloque de pisos de una gran ciudad.

También tendrás que tomar decisiones importantes respecto a la estación del año que más sea de tu agrado. Recuerda que en invierno el sol es bajo y en verano, alto. Por lo tanto, si te decides por una vivienda baja no recibirás sol en invierno, mientras que en verano recibirás toda la irradiación solar. 

¿Qué orientación de la casa me conviene más?

Es verdad que la temperatura de cada región no es la misma —más cálido en el sur y más frío en el norte— pero hay algunas generalidades en las que te puedes basar: 

Orientación Norte

Si decides la orientación de la casa con dirección norte, el sol no incidirá de manera directa durante el día. Solamente recibirá luz solar a primera y última hora durante el verano. Va muy bien si lo que deseas es un clima fresco dentro de casa en verano. Los meses de más consumo energético serán los invernales. 

Orientación Sur

De todas las orientaciones, esta será la fachada que más recibirá luz solar en invierno, primavera y otoño —especialmente si vives al norte del país—. Durante el verano serán las horas de más calor ya que estará expuesta desde primera hora de la mañana hasta el caer del sol. 

Si vives en zonas cálidas no es recomendable que elijas esta orientación pues gastarás mucha energía y dinero en aire acondicionado. En zonas de más frío tendrás una casa cálida y con mucha iluminación natural.

Un ejemplo de viviendas que tienen en cuenta este factor son las casas pasivas, construidas teniendo en cuenta las condiciones climáticas y los recursos naturales disponibles como el sol.

Orientación Este

Con esta elección el sol entrará en tu casa desde el amanecer hasta el mediodía. Tu vivienda acumulará calor durante el día y lo liberará en la tarde. Eso sí, las noches serán un poco frías. 

Esta es una buena opción para la zona sur de España ya que ofrece un consumo energético equilibrado y hay buena iluminación.

Orientación Oeste

Contrario al Este, recibirás luz solar de mediodía hasta el anochecer por lo que tu casa recibirá las horas de sol más intenso. Es una orientación que favorece mucho a las zonas norte del país sin embargo, puede no agradar a muchas personas ya que supone un gasto alto de aire acondicionado en verano y en invierno no acumula calor durante el día. 

¿Cómo adaptar mi casa para un buen consumo energético?

Si tu caso no es el de cambiar de casa en un tiempo cercano, no te preocupes, te damos algunos consejos para que puedas organizar el interior de tu casa de tal forma que recibas la mayor cantidad de luz posible sin necesidad de un consumo energético alto. 

  • El salón, el estudio y la cocina son los lugares donde más pasamos tiempo durante el día, por ello es importante que estas estancias sean las que mayor luz natural reciban.
  • Dejar las estancias frías al norte y las cálidas al sur nos ayudará a no hacer uso excesivo del aire acondicionado y de la calefacción. 
  • Ubica las habitaciones en un punto donde la entrada de luz no sea directa ya que —al recibir el sol indirectamente— se acumulará el calor en los muros y se trasladará al interior a lo largo del día. Esto permitirá que pasemos noches cálidas sin sufrir exceso de calor.
  • No olvides tener un buen aislamiento térmico. Revisa tus puertas y ventanas ya que si tienes alguna fuga te verás —inconscientemente— en la necesidad de tener el aire acondicionado o la calefacción encendidas más tiempo. 

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