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5 gestos para ayudar al medioambiente

Todos somos conscientes de la necesidad de actuar en consecuencia para frenar el actual cambio climático que afecta a nuestro planeta y, por ende, a todos los ciudadanos del mundo.

También sabemos que debemos aplicar buenas prácticas que ayuden a evitar el efecto invernadero causante del cambio climático y para ello es necesario actuar bajo los parámetros de la eficiencia energética.

En la actualidad, desarrollar prácticas basadas en la eficiencia energética es una elección pero debería ser algo más que una opción, debería ser una actitud. Una actitud que nos llevará a ser cuidadosos y respetuosos con el planeta en cada acción diaria que realizamos.

De manera individual, como ciudadanos a nivel particular, todos podemos hacer mucho más por cuidar el medioambiente.

Desde el consumo diario que hacemos de energía hasta nuestra forma de separar la basura, es probable que podamos prácticas mejores pensando en el beneficio del medioambiente.

Hoy, para demostrarte que está en nuestra mano el cuidado del medioambiente te proponemos una serie de buenas prácticas con las que contribuir en la mejora y mantenimiento del entorno.

1. Compra alimentos desnudos, sin grandes embalajes

A diario generamos kilos y kilos de basura que normalmente van a parar a los vertederos donde acaban abultando las grandes montañas de residuos que ya existen. Por eso es necesario consumir de forma racional, comprar sólo lo que vayamos a necesitar y siempre aquellos productos que vengan con una menor cantidad de plástico, mejor fruta que no venga empaquetada, productos desnudos y guardarlos en bolsas de tela que nosotros mismos llevamos a la tienda para realizar la compra. Evita a toda costa las bolsas de plástico.

2. Mejor productos de proximidad que kilométricos

Apuesta por los productos de temporada y aquellos de proximidad producidos en tu localidad o región. Esto significa evitar comprar artículos que son producidos a miles de kilómetros lo cuyo transporte supone un gasto de energía innecesario y muy contaminante.

Así, si compramos en los comercios donde sabemos que sus productos no realizan largos viajes hasta llegar a su destino, estaremos contribuyendo a la reducción de la contaminación que suponen todos los procesos necesarios para que un alimento de la otra punta del planeta llegue hasta nuestras casas.

3. Invierte en tecnología LED

Las bombillas convencionales además de tener una corta vida útil, son objetos que no se pueden reciclar, nunca las tires al contenedor de vidrio. Su única función después de dejar de funcionar es decorativa. Existen numerosas alternativas para darles una segunda vida en el ámbito de la decoración antes de tirarlas al contenedor.

De este modo, conviene pasarse a la tecnología LED. Las bombillas LED tienen una larga vida útil, el material con el que están hechas permite que no sea necesario ningún tipo de mantenimiento y que ofrezcan una iluminación óptima durante mucho más tiempo que una convencional.

Además de todos los beneficios que supone para el medioambiente, también implica un ahorro en las facturas de luz.

4. Controlar la temperatura de la climatización

Tanto en invierno como en verano es fundamental mantener la temperatura de nuestros sistemas de climatización a la temperatura exacta. Se estima que como temperatura de confort unos 24 grados en verano y 20 aproximadamente en invierno.

Además de consumir de manera eficiente y respetuosa con el medioambiente, estaremos reduciendo el coste de nuestra factura de la luz.

5. Apuesta por las energías renovables

Las energías renovables son la clave del futuro energético. Sus recursos inagotables como fuente de producción de energía serán la única forma limpia y no contaminante de abastecer la demanda mundial de energía cada vez más creciente.

Tú, como consumidor, puedes optar por elegir contratar tus suministros en aquellas compañías eléctricas que ofrezcan energías renovables exclusivamente.

Además, también existe la opción del autoconsumo, que consiste en que el propio consumidor produzca y gestione la energía generada. Es cierto que implica una inversión inicial pero tras su amortización todo son ventajas y beneficios.

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