Elegir la potencia mínima adecuada para una vivienda es una de las decisiones más eficaces para controlar el gasto energético sin comprometer la comodidad diaria. Muchas personas desconocen que tienen contratada más potencia de la necesaria, lo que se traduce en un coste fijo más alto en la factura. Pero también existe el caso contrario: hogares con potencia insuficiente que sufren continuos cortes de suministro o la imposibilidad de utilizar varios electrodomésticos al mismo tiempo.En este artículo vamos a analizar en profundidad cuál es la potencia mínima que se puede contratar en una casa, qué limitaciones tiene, cómo se puede determinar si esa cantidad es suficiente y qué pasos dar para ajustar esta cifra y ahorrar. Si estás pensando en optimizar tu contrato de electricidad, aquí encontrarás toda la información que necesitas, incluyendo ejemplos prácticos y recomendaciones clave para dar con la mejor tarifa según tu consumo real.
Índice de contenidos
- 1 Diferencia entre potencia contratada y consumo
- 2 Qué ocurre si tienes poca potencia contratada
- 3 Cuál es la potencia mínima de luz que se puede contratar
- 4 ¿Es suficiente contratar 3,3 kW de potencia?
- 5 Cuántos kW necesita una vivienda normal
- 6 Consejos para ajustar la potencia contratada y ahorrar en la factura
- 7 El equilibrio perfecto entre ahorro y comodidad
Diferencia entre potencia contratada y consumo
Antes de entrar en detalles sobre cuál es la potencia más baja posible, es esencial aclarar un concepto básico que suele generar confusión: la diferencia entre potencia contratada y consumo eléctrico.La potencia contratada es la cantidad de kilovatios (kW) que tienes reservada para poder usar de forma simultánea en tu vivienda. Es un término fijo, lo pagues o no lo uses. Aparece reflejada en tu factura bajo el término de potencia.El consumo eléctrico, en cambio, es la cantidad real de energía que utilizas, medida en kilovatios hora (kWh). Este valor depende del uso que hagas de tus electrodomésticos, calefacción, iluminación, etc., y varía cada mes.Esto significa que puedes tener una potencia alta contratada pero un consumo muy bajo si apenas utilizas aparatos eléctricos al mismo tiempo. O al revés: un consumo alto repartido a lo largo del día, pero con una potencia baja porque no usas muchos equipos de forma simultánea.Por eso, ajustar la potencia a tus necesidades reales es una forma muy efectiva de ahorrar, sin necesidad de reducir tu nivel de confort.
Qué ocurre si tienes poca potencia contratada
Contar con una potencia demasiado baja puede tener consecuencias directas sobre el uso diario de tu hogar. El síntoma más claro es el salto del ICP (Interruptor de Control de Potencia) cuando se conectan demasiados aparatos al mismo tiempo.Esto ocurre porque se supera el límite que permite la potencia contratada. Cuando eso sucede, el sistema corta el suministro de forma temporal como medida de seguridad. Para volver a tener luz, hay que desconectar algunos aparatos y volver a subir el interruptor general.Otros efectos de tener una potencia insuficiente:
- No puedes utilizar horno, vitrocerámica y lavadora al mismo tiempo.
- Resulta complicado usar aire acondicionado o calefacción eléctrica junto a otros aparatos.
- Se generan incomodidades en el día a día, especialmente si varias personas viven en la misma casa.
Si esto te ocurre con frecuencia, es muy probable que necesites revisar tu potencia. Ahora bien, también es posible que tengas margen para reducirla si tus necesidades han cambiado o si crees que tienes más de la necesaria. Para tomar una decisión acertada, lo mejor es entender cuál es la mínima que se puede contratar en España actualmente.

Cuál es la potencia mínima de luz que se puede contratar
Tramos de potencia eléctrica en España
Desde la liberalización del mercado energético, en España es posible contratar la potencia que necesites con bastante flexibilidad, pero siempre en tramos de 0,1 kW. Es decir, puedes tener desde 1,1 kW, 1,2 kW, 1,3 kW… y así sucesivamente, hasta llegar a niveles altos como 10 kW o más, dependiendo del tipo de vivienda.Este cambio se introdujo para permitir una mayor personalización de los contratos eléctricos, lo que ayuda a muchos usuarios a ajustar mejor su potencia y evitar pagar de más por una capacidad que no utilizan.
La potencia más baja disponible para una vivienda
En teoría, la potencia mínima que puedes contratar actualmente es de 1,15 kW, aunque en la práctica la mayoría de las distribuidoras ofrecen potencias mínimas a partir de 2,3 kW o 3,45 kW. Esto se debe a que muchas viviendas ya disponen de una infraestructura que exige ciertos mínimos para garantizar un servicio funcional.Una potencia de 1,15 kW es tan baja que solo permitiría mantener encendidos un par de aparatos básicos, como una nevera y una bombilla. Si utilizas calefacción, cocina eléctrica o varios dispositivos, no sería suficiente.
¿Es suficiente contratar 3,3 kW de potencia?
Casos en los que puede ser válida
Contratar una potencia en torno a los 3,3 kW puede ser más que suficiente para ciertos hogares, especialmente si hablamos de viviendas pequeñas o donde no se usan muchos aparatos eléctricos de forma simultánea.Por ejemplo, puede ser adecuada en los siguientes casos:
- Estudios o apartamentos para una sola persona.
- Viviendas con cocina y agua caliente de gas.
- Hogares donde no se utiliza aire acondicionado o calefacción eléctrica.
- Personas que viven solas y hacen un uso responsable de la energía.
En estos casos, controlar el uso simultáneo de los dispositivos permite vivir cómodamente con una potencia reducida, lo que además implica un ahorro notable en la factura mensual.
Limitaciones de esta potencia en un hogar
Sin embargo, hay que tener en cuenta las limitaciones. Con 3,3 kW puedes tener funcionando algunos aparatos a la vez, pero no todos. Por ejemplo, encender la vitrocerámica y el horno junto a la lavadora puede provocar un corte del suministro.Tampoco es la mejor opción si en casa se trabaja con ordenadores potentes, se utilizan herramientas eléctricas o hay sistemas de climatización intensivos.Antes de contratar una potencia tan ajustada, conviene hacer una evaluación realista de tus necesidades y hábitos de consumo. En ocasiones, intentar ahorrar demasiado contratando muy poca potencia puede acabar siendo contraproducente.
Cuántos kW necesita una vivienda normal
Potencia recomendada para un piso
Para una vivienda estándar, como un piso de entre 70 y 90 m² habitado por dos o tres personas, lo habitual es contratar una potencia entre 3,45 kW y 4,6 kW. Esta cifra permite utilizar varios electrodomésticos a la vez sin que salte el ICP.La combinación más común es tener la nevera siempre encendida, cocinar con vitro, usar la lavadora o lavavajillas, y tener la televisión encendida, todo sin problemas.Si se añade climatización eléctrica o coche eléctrico, esta cifra puede subir, pero en general, con una potencia entre 3,45 y 4,6 kW se cubren la mayoría de necesidades cotidianas en pisos urbanos.
Potencia eléctrica en casas unifamiliares
En el caso de viviendas unifamiliares o chalets, la necesidad de potencia suele ser mayor, especialmente si cuentan con piscina, sistemas de calefacción eléctrica, bombas de agua, cargadores para vehículos eléctricos o grandes electrodomésticos.En estos casos, lo habitual es contratar entre 5,75 kW y 9,2 kW, dependiendo del tamaño de la vivienda y del número de aparatos que se usen de forma simultánea.A mayor superficie y número de habitantes, mayor será la potencia recomendable. Sin embargo, incluso en estos casos, se puede optimizar para no sobredimensionar y pagar más de lo necesario.

Consejos para ajustar la potencia contratada y ahorrar en la factura
Ajustar la potencia eléctrica es una de las formas más eficaces de reducir el importe fijo mensual. Aquí van algunos pasos clave para tomar una decisión acertada:
Revisar facturas anteriores
Las facturas de luz incluyen gráficos y datos que indican los picos máximos de potencia utilizados en el último año. Revisar esta información permite ver si realmente estás usando toda la potencia que tienes contratada.Si nunca superas los 3,5 kW pero tienes contratado 5,75 kW, estás pagando de más sin necesidad.
Hacer pruebas con el Interruptor de Control de Potencia (ICP)
Una forma práctica de saber si puedes bajar la potencia es realizar pruebas con el ICP. Consiste en conectar varios aparatos al mismo tiempo y observar si el sistema se mantiene estable o salta.Estas pruebas te ayudarán a conocer el límite real que tu vivienda necesita para funcionar con normalidad.
Usar un comparador de tarifas para encontrar la mejor opción
Además del ajuste de potencia, es recomendable usar herramientas que permitan comparar tarifas eléctricas en el mercado libre. No todas las comercializadoras ofrecen los mismos tramos ni los mismos precios por kW contratado.Encuentra tarifas de luz con mínima potencia gracias al comparador de ahorreluz, que te muestra las mejores opciones disponibles según tus necesidades reales. Esta es una excelente forma de asegurarte de que no solo estás contratando la potencia adecuada, sino también al mejor precio posible.
El equilibrio perfecto entre ahorro y comodidad
A lo largo del artículo hemos explorado todos los aspectos relacionados con la potencia mínima que se puede contratar en una vivienda, sus limitaciones y los criterios para saber si es suficiente o no. Hemos visto que potencias como 3,3 kW pueden funcionar en hogares pequeños, pero que una vivienda media necesita algo más para no comprometer su funcionamiento diario. También hemos repasado cómo analizar el consumo, hacer pruebas reales y utilizar herramientas como los comparadores para tomar decisiones informadas.En ahorreluz te ayudamos a dar ese paso con confianza. A través de nuestro comparador puedes encontrar tarifas que se ajusten a potencias reducidas, lo que te permitirá ahorrar sin renunciar al confort de tu hogar. Además, si tienes dudas, podemos asesorarte de forma gratuita para que ajustes tu contrato según tus verdaderas necesidades. ¿Y tú? ¿Estás seguro de que tienes contratada la potencia que realmente necesitas?