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Ahorrar energía con los sistemas de calefacción: ¿gas o electricidad?

Decidir entre gas o electricidad suele ser una decisión difícil. No es lo mismo vivir en un piso que en un chalet, ni tampoco vivir en Galicia o en Valencia. Dependiendo de la ubicación de tu hogar y tus necesidades, la elección perfecta será una u otra.

Ambos proporcionan comodidad y son fáciles de usar. Por eso, hoy queremos ayudarte para que decidas cuál de los dos sistemas de calefacción es el mejor para ti.

Sistemas de calefacción para casas grandes y/o climas fríos

Si cuentas con una vivienda grande o vives en un clima frío, la mejor elección es el gas natural. Es más eficiente, eficaz y barato comparado con la electricidad.

Si no tienes acceso a él porque vives en una zona rural o en una vivienda aislada, siempre puedes instalar una caldera de gasoil. En el mercado puedes encontrar muchas opciones, dependiendo del tamaño y las necesidades.

Si aún así deseas contar con el gas como parte de tus sistemas de calefacción, existe la posibilidad de instalar un depósito en tu vivienda. La instalación ronda los 1.500-2.500 euros, dependiendo de la zona y tubos necesarios. Si no quieres alquilar el depósito, deberás añadir entre 500-900 euros al presupuesto.

Tanto gas como calderas de gasoil son opciones contaminantes para nuestro planeta. Por eso, aunque su precio pueda ser un poco más elevado, encontramos otras opciones como las estufas de pellets. Estas utilizan como combustible el pellet que, podemos decir, son pequeñas porciones compuestas de madera comprimida. En cualquier caso, se trata de biomasa por lo que su impacto ambiental es mucho menor que el de los sistemas tradicionales.

Sistemas de calefacción para pisos pequeños y/o climas cálidos

Es una buena opción si vivimos en climas cálidos donde haya muy pocas temporadas de frío. También es una opción para segundas viviendas o pisos pequeños, ya que se calientan más fácil.

Su instalación es sencilla: puedes contar con radiadores móviles o realizar una instalación por toda la casa, con lo cual evitas las obras. Aunque debemos tener en cuenta que a la hora de la verdad, la electricidad es mucho más cara —tanto a corto como a largo plazo— que el gas incluso sumando los costes de la instalación.

Gas vs electricidad

La ventaja de contar con gas en la vivienda es que es más barato, calienta mucho más y está altamente recomendado para grandes superficies —como chalets unifamiliares—. Con una buena caldera contarás con una calefacción centralizada y agua caliente por toda la casa.

Por su contra, la electricidad cada vez es más cara. Su principal ventaja es que puedes instalarlo en cualquier parte, a diferencia de los depósitos de gas. Si no cuentas con uno de ellos, siempre puedes optar por instalar uno —aunque es una inversión elevada—.

A diferencia del gas, no necesitas realizar ningún mantenimiento a tus radiadores. Por su contra, deberías realizar una purga a tus radiadores antes y después de las temporadas.

Al no necesitar obra, la opción de instalar radiadores eléctricos es más rentable —a menos que quieras instalar suelo radiante—. Con una calefacción centralizada de gas, si no cuenta con la instalación deberás añadir ese gasto al presupuesto.

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